9 sugerencias para disminuir el estrés

Si dedica unos minutos de su tiempo a relajarse y seguir algunos o todos de los siguientes consejos pronto verá resultados que le sorprenderán.
¡Manos a la obra!

QUE LEVANTE LA MANO el que no tenga estrés...

¿Cómo? ¡No vemos ni una mano levantada!

¿Será por que hoy en día es prácticamente imposible vivir sin esa sensación agobiante?

Pero, después de todo, ¿Quién no va a tener estrés cuando todo parece conspirar para que, obligadamente, sucumbamos a la presión?
Explotan bombas en Londres, los niños cuando están de vacaciones uno no sabe qué hacer con ellos y, por si fuera poco nuestro jefe nos trae para acá y para allá, no tenemos para pagar el seguro, el teléfono, la renta, el agua, el cable, el internet… ¿seguimos? La lista de razones para sentirse abrumados y con ganas de salir corriendo son innumerables.

Pero antes de que nos lancemos a la calle corriendo “Inhala paz, exhala ansiedad”
De modo que si usted también está al borde de un ataque de nervios, échele un vistazo a estas sugerencias para que le bajen un poco los niveles de ansiedad, no vaya a ser que la policía te detenga por “alterar la paz” y termines presa y con estrés adicional gritando como una loca.


1.- Desconéctate.
Regálese una hora de silencio.
Apague el celular, descuelgue el teléfono y todo lo demás que timbre o emita algún sonido, suene o alborote.
Y si es posible, póngase unos tapones en el oído, para bloquear los ensordecedores ruidos externos que le ponen los nervios de punta a cualquiera.
Así evitará escuchar la sirena de la ambulancia, patrullas, bomberos, la construcción de al lado de su casa, el auto que pasa rechinando las llantas y los claxonazos del tráfico en las horas pico.
Pero si no cuenta con mucho tiempo, no se de por vencido porque no pueda apartarse del mundanal ruido durante toda una hora.
Al menos intente descansar durante 10 minutos.
Le sorprenderán los resultados.


2.- Déjelo salir.
¿Está compungido y triste?
¡Pues llore, grite y patalee!
Dése permiso, se lo merece.
No se cohíba de expresar lo que siente.
Enciérrese en su cuarto y llore todo lo que le de la gana.
No lo haga en público, porque pensarán que está demente y le encerrarán en un manicomio y lejos de contrarrestar el estrés, lo incrementará en un mil por ciento.
Y si es de lágrima dura, ponga una canción muy triste o una película muy conmovedora en la televisión.
Ya verá que podrá berrear como niño sin regalo el Día de Reyes.


3.- Todo tiempo pasado, fue mejor.
Tómese unas vacaciones de las cosas serias.
Reúnase con un grupo de amigos o amigas según el caso y dedíquense a no hacer nada y no hablar de nada con trascendencia.
Mejor diviértanse recordando cosas buenas y divertidas que hayan vivido y no le den espacio a recuerdos tristes.
Eso es ideal para desconectarse.
Por algo dicen que el tiempo pasado, es el mejor.


4.- A reír se ha dicho.
Cuando prenda la televisión, ni se le ocurra ver noticieros o programas lúgubres.
Mejor sintonice programas de comedia.
Éstos siempre logran arrancar carcajadas hasta la más seria de las personas.
Pero si no le gustan las comedias, otra alternativa es el Travel Channel.
Los escenarios de paisajes naturales son tan bonitos y diferentes, que sentirá como si estuviera viajando sin necesidad de subirse a un avión, a un tren a un yate o ya de perdido a un burro.


5.- Contacto Físico.
Vivir sin afecto y sin contacto humano es deprimente.
Es importante que su pareja, su hermana, amigas o la mamá le abracen y le demuestren su cariño, no sólo con palabras, sino también con el tacto.
Pero si está solo, encuentre la mejor fuente de afecto desinteresado, ya sabe…
Un amigo o amiga con derechos o algo por el estilo.
En el último de los casos, adopte una mascota.
Los perros y los gatos, son muy cariñosos y ofrecen un amor incondicional que no tiene precio.
Pero recuerde, una mascota requiere de atención.
Si no está dispuesta a asumir esa responsabilidad, mejor cómprese un peluche.
En el caso de los hombres una muñeca inflable.
(Me contaron que en Asia, hay unas muy, pero muy reales)


6.- Tire la báscula a la basura.
(Si hace esto, me avisa dónde para ir por ella, necesito una)
No se provoque más estrés del que la vida obligatoriamente le impone.
Las mujeres viven obsesionadas con el sexo. Digo, con el peso.
Si está flaca, ¡horror porque está flaca! Si está gordita, ¡se acabó el mundo porque es gorda! Nunca estamos conformes, así que mejor ni se pese.
Y cuando sienta que la sensación de saber cuánto pesa va a poder más que usted, haga lo que siempre ha querido hacer: ¡tire la báscula a la basura!


7.- Diga lo que le molesta.
No se calle las cosas, eso es muy malo.
Si algo le incomoda o le parece injusto, dígalo.
Si no habla, corre el riesgo de que su molestia se refleje en su salud y, de ser así, la que saldrá perdiendo será usted.
Por otro lado, a veces tendemos a ver las cosas más grandes de lo que son o mal interpretamos situaciones que nos hacen daño.
Así que háblelo, que para eso Dios le dio una lengua sin huesos.


8.- No escuche quejas de nadie.
Si tiene una amiga o una compañebria de trabajo que siempre se la pasa todo el tiempo quejándose de su mala fortuna en el amor, atrévase a decirle que no desea escucharla más. Es en serio, hágalo por la salud de usted.
Usted no le tira sus problemas encima a los otros, de modo que tampoco tiene por qué estar oyendo las tragedias de nadie.
Recuerde que ese tipo de comentarios negativos desestabilizan sus emociones y le orillan a un estado mental parecido al de la persona de la que provienen.
Le sugiero en esta opción ser lo más sutil que pueda, ya que ese tipo de personas por lo regular son demasiado sensibles y podría provocar con esta reacción más de un comentario negativo de los demás.
Le pueden tachar de fría, insensible, frígida y otros tantos adjetivos calificativos innecesarios.

9.- Navegue por la red; Bloguée...
Una forma de disminuir el estrés y que está a la vanguardia, es BLOGEAR.
Leyó usted bien, no dije FLOJEAR eso lo hace con frecuencia, qué chiste!
BLOGEAR hace referencia al arte de leer BLOGS, bitácoras, diarios o páginas personales en Internet.
Ahí, aparte de aprender de los distintos ideales de los autores, tendrá acceso a tanta información que el tiempo pasará desapercibido.
No me alcanzaría el espacio para recomendarle páginas con buenos contenidos, pero basta con decirle que desde este blog puede ser enlazado a más de 500 sitios que usted puede ir explorando según sus preferencias.

Esa es una forma bastante funcional de eliminar el estrés.
Compleméntelo con música de su agrado y practique sus habilidades en los diversos enlaces de juegos que aquí mismo le ofrezco.

Si aún después de seguir estas sencillas sugerencias para disminuir e incluso en algunos casos eliminar el estrés, usted sigue igual o peor, avíseme para recomendarle el plan “B” y tómese una ducha y un par de aspirinas…

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